El relleno de las arrugas ha sufrido una importante evolución hacia materiales más seguros y estables. Los colágenos y ácidos hialurónicos de última generación son cada vez más seguros y con mejores resultados.

El ácido hialurónico, sustancia presente de forma natural en el organismo retiene el agua y de ese modo hidrata la piel y le confiere volumen.

Con el paso de los años el organismo va produciendo menos ácido hialurónico natural. Una simple inyección del producto repone el volumen perdido y mejora el aspecto al realzar el perfil, crear unos labios más rellenos y alisar las líneas y las arrugas.

Podemos añadir volumen a la piel sin que la expresión del rostro pierda naturalidad.

Existen productos de relleno permanentes y no permanentes siendo estos últimos los utilizados por nosotros en nuestro centro. Los implantes de relleno no permanentes se absorben de forma natural a lo largo del tiempo, lo cual significa que usted puede elegir cuando someterse a otro tratamiento para mantener el efecto.

Tras la valoración del paciente y dependiendo de la profundidad y localización de las arrugas se elige el material de relleno más adecuado para cada paciente.

El método es sencillo y consiste en rellenarse la arruga en diferentes planos hasta corregirla.

Después del tratamiento pueden producirse algunas reacciones asociadas con frecuencia a las inyecciones: enrojecimiento, hinchazón, dolor, prurito, hematoma y dolor en la zona del implante. La mayoría son de grado leve o moderado y se resuelven espontáneamente unos días después de la inyección. Otro tipo de reacciones son muy poco frecuentes.

Dependiendo de la zona tratada, del tipo de piel y de la técnica de inyección el efecto del tratamiento puede durar entre 6 y 12 meses pero en algunos casos la duración del efecto puede ser mayor o menor.